viernes, 11 de octubre de 2013

Repertorio 12º


anodino: Insignificante, insustancial:
banal:  Que es intrascendente, vulgar o de poca importancia:
cavilar:  Pensar en algo o sobre algo con insistencia y preocupación:
colegir: Inferir, deducir
compungir: Apenar, entristecer a alguien. Entristecerse o dolerse uno de alguna culpa propia, o del padecimiento ajeno.
deleznable: despreciable, vil.
demagógico: que usa la demagogia. Uso político de halagos, ideologías radicales o falsas promesas para conseguir el favor del pueblo. Manipulación deliberada para ganarse a alguien:
dilapidar:  Malgastar los bienes sin prudencia y sin mesura
díscolo: rebelde, poco obediente.
elucubración: resultado de las meditaciones de alguien.  Imaginación sin fundamento.
energúmeno: Persona furiosa, encolerizada
escocer: Producirse una sensación muy desagradable de picor doloroso, parecida a la quemadura, en alguna parte del cuerpo. Causar algo este dolor: Sentirse uno molesto u ofendido por algo:
estoico: Fuerte, sereno ante la desgracia
ímprobo: Falto de probidad, malvado. Dicho del trabajo o de un esfuerzo: Intenso, realizado con enorme aplicación.
improperio: Injuria grave de palabra, especialmente la que se utiliza para echar en cara algo a alguien.
inhóspito: incómodo, poco acogedor.
laxo: Flojo, que no tiene la tensión que naturalmente debe tener. Dicho de la moral: Relajada, libre o poco sana
milonga: engaño, cuento.
omnímodo: Que lo abraza y comprende todo. Total, completo.
paliar: Mitigar, suavizar, atenuar una pena, disgusto. Disculpar, justificar algo.
parangón: Comparación o semejanza.
plañidera: lloroso, lastimero
precaria: de poca estabilidad o duración.
resquemor: Sentimiento de amargura o rencor que causa alguna cosa:
sardónica: Se aplica a la sonrisa y la risa de poca naturalidad o que tiene mala intención.
sociópata: persona que pierde la noción de la importancia de las normas sociales, como son las leyes y los derechos individuales.
vacuo: Vacío, falto de contenido.
vaho: aliento.  Vapor que despiden los cuerpos en determinadas condiciones.
verborrea: palabrería excesiva
vericueto: Sitio alto, áspero y accidentado por el que es difícil andar:

sábado, 7 de septiembre de 2013

Francisco y la Perfecta Alegría - poesía

FRANCISCO Y LA PERFECTA ALEGRÍA
Anónimo

Era de invierno y Francisco
con León, por el sendero,
en una tarde de enero,
habló de Dios a su amigo.

Sabes acaso, le dijo,
¿qué es la perfecta alegría,
y en qué cosa yo sabría
que conozco a Jesucristo?

Dime, Padre bien amado
tu secreto y tu misterio
pues yo quiero conocerlo
y caminar a su lado.

Oh León, mi fiel amigo,
testigo de lo que siento,
escribe mi pensamiento
y escucha bien lo que digo.

Aunque todos los maestros,
los sabios y los doctores,
los prelados y Señores
lleven el hábito nuestro...

Aunque los reyes, los nobles,
los ricos y los pastores
se incorporen a la Orden
y su número sea enorme...

Escucha León y escribe
que no es esta la alegría,
que solo brota en la vida
de Jesús que nos recibe.

Aunque frailes predicando
conviertan a los infieles
y por ellos Dios hiciere
gran cantidad de milagros...

Aunque todos fueran santos
y expulsaran mil demonios
y tuvieran los tesoros
de la ciencia entre sus manos...

Escribe León y escucha
que no es perfecta alegría
la que no está en armonía
con Jesucristo y sus luchas.

Si una noche, en crudo invierno,
regresamos al convento,
muertos de frío y hambrientos
deseando el calor del fuego...

Si al abrirnos, el portero,
no nos conoce y nos echa
a la intemperie que acecha
en medio del aguacero...

Si nos ve tan pordioseros
que no oculta su desprecio
y aunque le muestre mi aprecio
me trata como un grosero...

Te digo León y escribe,
que la alegría perfecta
es tener la puerta abierta
del corazón que recibe.

Si no pierdo la paciencia
ni me quedo perturbado,
y si en Jesús flagelado
soporto toda inclemencia...

Si con Él crucificado
bendigo al que me maldice,
perdono al que me persigue
y me quedo anonadado...

Si al mal respondo tranquilo
aunque sea maltratado
y en Jesús resucitado
tengo el tesoro escondido...

Es ésta, León, escribe,
la alegría que no pasa,
porque edifica su casa
sobre la Roca que vive.


Canta Francisco - poesía

CANTA FRANCISCO...
Anónimo

Canta Francisco y la creación entera
se transforma en un salmo de alabanza,
canta y el mundo revive en la esperanza
de renovarse en su eterna primavera.

Es su canto del alma la armonía
que surge en el misterio de un encuentro
es deseo, es plegaria y es lamento
de su búsqueda confiada y alegría.

Suspiro de sus ansias y sus sueños
bullir de la ilusión de su camino
confianza que entreteje su destino
anhelo de los brazos de su dueño.

Es su canto el clamor de un hombre nuevo
renacido en Espíritu divino
la voz de un amor hecho camino
que invita a la alabanza al mundo entero.

Su música enhebra el horizonte
con notas escritas en el alma,
acordes del soplo que nos salva
y corazón amante que responde.

Partitura de soles en ocaso
cuando las notas se tejen en el viento
y campanas que vuelan su tormento
cuando lloran heridas a su paso.

El canto de Francisco corre lejos
hacia las sombras del valle del olvido
y es cauterio del amor que lo ha elegido
y ha dejado en el cielo su reflejo.

Es por eso que Francisco con su canto
se transforma en respuesta enamorada
de una creación que ha sido cautivada
por la belleza de un Dios tres veces Santo.

Intérprete sensible y conmovido,
expresa Francisco el canto de la tierra
su corazón no llega a contenerla
y estalla de emoción su pecho herido.

Tú le cantas al sol que se ha dormido
y bendice la noche con su ausencia
la bendice en la luna y su paciencia
que blanca se derrama en el olvido.

Tú le cantas a la noche que te envuelve
amante en su frescura de rocío,
a los sauces que lloran junto al río
y al bosque silencioso que se duerme.

Te haces murmullo en el agua de la fuente
y arrullo de una tórtola que espera
el brote de su amor en primavera
que la rescate en la brisa del Oriente.

Es arrullo de un alma que encelada
clama desde la entraña amor eterno,
el canto que calienta en el invierno
la soledad de una noche tan helada.

Cantas Francisco el canto de las noches
que ven surgir su sol al horizonte
y es nostalgia de amor en que se esconde
la pálida mención de su reproche.

Pues se hace largo el tiempo de la espera
insomne, la noche, en su plegaria
la oración que la desposa con al alba
y despierta en canción de primavera.

Canta Francisco que tu canto es el suspiro
del amor que en el mundo no es amado
canta Francisco un canto enamorado
al amor que en su pecho se ha dormido.