sábado, 7 de septiembre de 2013

Canta Francisco - poesía

CANTA FRANCISCO...
Anónimo

Canta Francisco y la creación entera
se transforma en un salmo de alabanza,
canta y el mundo revive en la esperanza
de renovarse en su eterna primavera.

Es su canto del alma la armonía
que surge en el misterio de un encuentro
es deseo, es plegaria y es lamento
de su búsqueda confiada y alegría.

Suspiro de sus ansias y sus sueños
bullir de la ilusión de su camino
confianza que entreteje su destino
anhelo de los brazos de su dueño.

Es su canto el clamor de un hombre nuevo
renacido en Espíritu divino
la voz de un amor hecho camino
que invita a la alabanza al mundo entero.

Su música enhebra el horizonte
con notas escritas en el alma,
acordes del soplo que nos salva
y corazón amante que responde.

Partitura de soles en ocaso
cuando las notas se tejen en el viento
y campanas que vuelan su tormento
cuando lloran heridas a su paso.

El canto de Francisco corre lejos
hacia las sombras del valle del olvido
y es cauterio del amor que lo ha elegido
y ha dejado en el cielo su reflejo.

Es por eso que Francisco con su canto
se transforma en respuesta enamorada
de una creación que ha sido cautivada
por la belleza de un Dios tres veces Santo.

Intérprete sensible y conmovido,
expresa Francisco el canto de la tierra
su corazón no llega a contenerla
y estalla de emoción su pecho herido.

Tú le cantas al sol que se ha dormido
y bendice la noche con su ausencia
la bendice en la luna y su paciencia
que blanca se derrama en el olvido.

Tú le cantas a la noche que te envuelve
amante en su frescura de rocío,
a los sauces que lloran junto al río
y al bosque silencioso que se duerme.

Te haces murmullo en el agua de la fuente
y arrullo de una tórtola que espera
el brote de su amor en primavera
que la rescate en la brisa del Oriente.

Es arrullo de un alma que encelada
clama desde la entraña amor eterno,
el canto que calienta en el invierno
la soledad de una noche tan helada.

Cantas Francisco el canto de las noches
que ven surgir su sol al horizonte
y es nostalgia de amor en que se esconde
la pálida mención de su reproche.

Pues se hace largo el tiempo de la espera
insomne, la noche, en su plegaria
la oración que la desposa con al alba
y despierta en canción de primavera.

Canta Francisco que tu canto es el suspiro
del amor que en el mundo no es amado
canta Francisco un canto enamorado
al amor que en su pecho se ha dormido.


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